1¡Pedid a Jehovah la lluvia de la estación tardía! Jehovah produce relámpagos y hace llover. El da pan al hombre, y hierba en el campo. 2Pero los ídolos domésticos prometen en vano. Los adivinos ven mentiras y refieren sueños falsos; vano es su consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas; fue afligido por falta de pastor. 3"Mi ira se ha encendido contra los pastores, y castigaré a los machos cabríos. Porque Jehovah de los Ejércitos visitará con su favor a su rebaño, a la casa de Judá, y los convertirá en su corcel de honor en la batalla. 4De él saldrá la piedra angular, de él la estaca, de él el arco de guerra y de él también el gobernante. 5Serán como los valientes que en la batalla pisotean al enemigo en el lodo de la calle. Combatirán, porque Jehovah estará con ellos, y los que montan a caballo serán avergonzados. 6"Porque yo fortaleceré la casa de Judá y libraré la casa de José. Los haré volver, porque tendré misericordia de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy Jehovah su Dios que les oiré. 7Los de Efraín serán como un héroe, y el corazón de ellos se alegrará como por el vino. Sus hijos también lo verán y se alegrarán; su corazón se gozará en Jehovah. 8Les llamaré con un silbido y los reuniré, porque los he redimido; y serán tan numerosos como lo fueron antes. 9Aunque los sembraré entre los pueblos, aun en la lejanía se acordarán de mí; criarán a sus hijos y regresarán. 10Porque los haré volver de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria. Los traeré a la tierra de Galaad y al Líbano, y no les bastará. 11Pasarán por el mar de la angustia golpeando sus olas, y se secarán todas las profundidades del Nilo. La soberbia de Asiria será derribada, y haré cesar el cetro de Egipto. 12Les fortaleceré en Jehovah, y caminarán en su nombre," dice Jehovah.